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El libro “Contacto Directo con Dios- El Camino hacia la Paz” incluye extractos de la gira europea de conferencias de 1999 de la Maestra Suprema Ching Hai. Ese gran viaje abarcó 18 paradas en 40 días, y presentó un mensaje poderoso para el mundo, “Conectar directamente con Dios - Ver a Dios mientras se está vivo”, que iluminó muchos corazones que buscaban respuestas durante el final turbulento del siglo pasado. Muchas personas también experimentaron una gran renovación al apreciar estas charlas iluminadas a través de todos los medios posibles. Las solicitudes para recopilar las conversaciones de la Gira finalmente condujeron a la publicación de este libro. Hoy, nos complace compartir algunos extractos de la Gira europea de conferencias de 1999 de la Maestra Suprema Ching Hai de Su libro: “Contacto Directo con Dios: El Camino hacia la Paz”. “A través de caminos más pacíficos…" "[...] La Maestra dice a Su audiencia que viene a ofrecerles la iluminación. Este es el mejor regalo que Dios puede darnos a todos, porque es 'la única solución para todo tipo de enfermedades en este mundo'. La Maestra afirma que ha venido “a elevar la consciencia de las personas, para ayudarles a recordar su Ser superior, su esencia más noble, para que la atmósfera cambie y la energía se vuelva más amorosa, noble y similar a las dimensiones superiores”. De hecho, la paz en los Balcanes llegó antes de lo esperado; en la misma hora en que la Maestra terminó Su última conferencia de la gira europea, las partes en conflicto en Kosovo firmaron un tratado de paz. Hace dos mil años, Jesucristo dijo a Sus discípulos: "Dios os dará otro Consolador". El Consolador de nuestra Era ha llegado, y Ella es la Maestra Suprema Ching Hai. Como todos los Maestros del pasado, la Maestra Ching Hai viene de Dios. Está aquí para mostrar el Camino de regreso a Dios y ayudarnos a realizar el Cielo en la Tierra. Si necesitamos experimentar dolor y sufrimiento para darnos cuenta de que necesitamos un Consolador, tal vez no hayamos sufrido en vano”. Extractos de la Gira europea de conferencias de 1999 de la Maestra Suprema Ching Hai "[...] La Maestra señaló: ‘En el universo, y en general en este planeta, Dios ha creado muchas cosas para que Sus hijos disfruten, cosas materiales y también cosas muy abstractas. Las cosas materiales nos brindan comodidad, riqueza y mucha satisfacción. Por otro lado, el conocimiento espiritual abstracto nos trae dicha, felicidad y vida eterna... Quien tiene éxito en la adquisición material disfruta de mucha comodidad, pero a veces esto tiene el efecto secundario de olvidar las bendiciones espirituales que Dios ha reservado para todos nosotros. Y aquellos que solo tienen éxito en el aspecto espiritual a veces no se preocupan por las ganancias materiales. Esto también tiene un efecto secundario para quienes los ven. Hace que formen la opinión de que seguir a Dios y practicar espiritualmente llevará a la pobreza'. Y algunas personas que tienen éxito tanto en lo material como en lo espiritual a veces se presentan en ambos aspectos, y esto también tiene efectos secundarios. La gente se preguntará: ‘¿Qué clase de seguidor de Dios es ese, que parece tan lujoso y no parece un monje?’ Siempre hay algunos efectos secundarios en todo. Esto se debe a que las mentes de las personas están acostumbradas a un extremo u otro, pero realmente podemos neutralizar los aspectos materiales y espirituales y crear con ellos una vida perfecta para nosotros mismos... Somos los hijos de Dios. Podemos elegir hacer lo que queramos. Pero debemos saber cómo”. “Tras tener éxito en la práctica espiritual, a menudo también logramos éxito material de paso. Por eso en la Biblia se dice: Buscad primero el Reino de Dios, y todo lo demás se os dará por añadidura... Para tener éxito en el mundo espiritual, debemos conocer el camino para contactar la fuente de todo poder espiritual... Para hacerlo, solo tenemos que estar en silencio en algunos momentos de nuestras vidas, y sabremos cómo enfocarnos, y entonces podremos comunicarnos con Dios". Ya está Ahí, pp. 37-38 "[...] Algunos de nosotros envidiamos a los empresarios exitosos, pero no saben cuánto trabajo, cuánta energía, cuánto tiempo, cuánto sacrificio tienen que invertir en sus negocios para lograr lo que tienen. Y eso es solo por cosas materiales efímeras, destructibles, que no duran. Y por eso trabajamos a veces 8, 10, 12, 14 horas al día, olvidamos a la esposa, a los hijos, a los amigos, a veces enfermamos nosotros mismos, sufrimos estrés mental, envejecemos rápido y experimentamos todo tipo de incomodidades solo para obtener éxito material. Y, por cierto, también olvidamos a Dios. La mayoría de las personas, cuando están demasiado ocupadas, incluso se olvidan de sí mismas. Ahora llegamos al aspecto espiritual: ¿Cuánto tenemos que trabajar para tener éxito en la realización de Dios, para recuperar todo el Reino del universo para nosotros mismos? ¿Cuánto trabajo? Casi ninguno. ¡No hay nada que pagar, no hay condiciones, no hay esfuerzo, nada que ate! Sin pérdidas, sin riesgos, solo ganancias. ¿Por qué? Porque somos los hijos de Dios. Ya lo tenemos. Si tenemos algo en el bolsillo, ¿tenemos que pagarlo? No tienes que pagar por tu piel, no tienes que pagar por tu cabello, y no tienes que pagar por tu hermosa sonrisa. Ya está ahí". “Levanta el teléfono correcto” “Hemos pasado mucho tiempo orando, llorando y suplicando para conocer a Dios. Pero Él aún está muy lejos, porque no levantamos el teléfono correcto. Si hablamos por teléfono todo el día pero con la persona equivocada o con un teléfono desconectado, nunca obtendremos una respuesta. Podemos gritar, vociferar o llorar por teléfono todo el día; no servirá de nada. Dios ha instalado un teléfono dentro de nosotros para que podamos comunicarnos directamente con Ela. Pero una vez que descendimos a este mundo, de alguna manera nos desconectamos. Por eso Dios siempre envía a algunos Hijos Celestiales al mundo nuevamente para recordarles a Sus hermanos y hermanas cómo volver a Ela. Pero, por supuesto, cuando el Hijo de Dios viene aquí, Ella/Él trae consigo tal poder y un amor tan tremendo que a veces nos asusta. Y por eso algunas personas intentan hacerle daño, como en el caso de Jesús. No parece diferente a nosotros, pero interiormente, espiritualmente, es diferente. Originalmente, no éramos diferentes a Jesús, como dijo el Señor: Todo lo que yo hago, vosotros también podéis hacerlo. Solo que estamos tan profundamente cubiertos por el lodo material o el velo material oscuro que hemos olvidado quiénes somos realmente. Es como alguien que se está ahogando en el agua: se ve mojado, angustiado, enfermo y pálido. Pero el que está en la orilla sigue limpio. Se ve bien vestido y aún es poderoso. Ese hombre puede sacar a la persona que se ahoga del agua. Originalmente, el hombre que se ahogaba no era diferente al que estaba en la orilla, porque ambos estaban secos y bien vestidos. Solo que se estaba ahogando, así que parecía ser diferente por un tiempo. Y después de que lo sacan del agua, lo calientan, lo alimentan, lo visten y lo cuidan, volverá a verse magnífico y normal, como el hombre en la orilla”. “Contacto Directo con Dios - El Camino hacia la Paz” se puede descargar gratuitamente en SMCHBooks.com y se ha publicado en inglés y aulacense (vietnamita).