Cada momento de la meditación Quan Yin es preciado. La mayoría de las personas en este mundo nunca experimenta un contacto directo con Dios, ni siquiera por un segundo, en toda su vida, así que cada instante que podamos meditar es verdaderamente un tesoro.

Y ahora tenemos un mensaje del corazón en mongol de Odtsetseg en Ulán Bator, Mongolia:

Hola, Amada Maestra, Le saludo, Buda Maitreya, cuyo amor incondicional y compasivo nos bendice con infinito amor, siempre nos protege, y deseo que tenga buena salud y que permanezca con nosotros por mucho tiempo. Como humilde discípula, le escribo desde Ulán Bator para compartir dos de mis visiones internas con los iniciados.

Una vez, llegué tarde a la meditación grupal Quan Yin del domingo, y al comenzar a meditar, pensé para mí misma: “Bueno, una hora y unos minutos de meditación probablemente no sirvan de mucho”. Con ese pensamiento, empecé a meditar y, al parecer, me quedé dormida. Entonces, en una visión interna, te vi, Maestra, sentada en nuestro centro de meditación, impartiendo una conferencia sobre las Escrituras. Estabas sentada en una plataforma alta, como en el ashram de Taiwán (Formosa), impartiendo una conferencia sobre las Escrituras, y yo me senté frente a Ti, junto con los demás iniciados, escuchando. También era evidente que las monjas estaban sentadas a Tu izquierda, frente a nosotros, del lado derecho, y te miraban. Después de eso, desperté y me arrepentí de mis pensamientos equivocados. Aunque la Maestra dijo que incluso un período corto de tiempo cuenta como meditación, yo pensaba que pasar la noche en el centro de meditación y luego meditar otras cuatro horas en la meditación grupal de la mañana siguiente ya era suficiente, así que unos pocos minutos me parecían muy poco. Dios Todopoderoso, Tú siempre enseñas lo correcto, pero el problema es que nosotros, Tus discípulos, lo entendemos a nuestra manera, debido a nuestro excesivo apego al mundo.

Lo segundo es: La Maestra nos aconseja recitar la Oración Diaria Más Poderosa de Dios en cualquier momento y antes de meditar, en Supreme Master Television.

El otro día, recité la Poderosísima Oración Diaria de Dios cuatro o más veces en inglés. Esa noche, después de meditar en casa, al terminar al amanecer y empezar a dormirme, tuve una visión interna de la Maestra. Accidentalmente atravesé la pared de una pequeña sala, y te vi, Maestra, sentada en un sofá, con un traje rojo de Papá Noel, un gorro rojo y gafas, leyendo y corrigiendo algo escrito. En cuanto te vi, Maestra, te pedí disculpas por haber atravesado la pared accidentalmente y comencé a buscar una puerta para salir. En esa habitación, vi un sofá, una mesita junto a él y varias plantas altas de interior en macetas grandes. Entonces volví a pedir perdón, busqué una puerta e intenté arrastrarme en silencio.

Y entonces desperté. En cuanto desperté, me di cuenta de la bendición que es leer la Oración Diaria Más Poderosa del Señor Dios. Gracias, Maestra. Amada Maestra, Dios Todopoderoso, Tus bendiciones y Tu amor son siempre infinitos. Discípula Odtsetseg, de Ulán Bator, Mongolia.

Receptiva Odtsetseg, gracias por compartir tus visiones internas. La Maestra

tiene un dulce mensaje para ti: “Entusiasta Odtsetseg, gracias por ser una devota discípula de Dios. Cada momento de la meditación Quan Yin es preciado. La mayoría de las personas en este mundo nunca experimenta un contacto directo con Dios, ni siquiera por un segundo, en toda su vida, así que cada instante que podamos meditar es verdaderamente un tesoro. Es bueno que tengas la humildad suficiente para reconocer cuando te equivocas. Dios puede corregirnos fácilmente cuando nos arrepentimos con prontitud. Tener una actitud de arrepentimiento en este tiempo es muy importante, porque los humanos en este mundo se han alejado mucho de Dios y deben arrepentirse para volver a Él. Continúa meditando bien y utiliza la Oración Diaria Más Poderosa tan seguido como puedas para ayudar a elevar tu conciencia y la de quienes te rodean. Que tú y la majestuosa Mongolia estén colmadas con la Luz Sagrada de los Budas. ¡Te envío un gran abrazo y mucho Amor!”